jueves, 6 de agosto de 2009

CONSEJOS PARA MADRES LACTANTES

¿Cómo debo prepararme para amamantar?



  • Aprende tanto como puedas sobre la lactancia antes de que nazca tu bebé.

  • Habla con otras mamás que estén dando el pecho.

  • lee libros para familiarizarte.
llama a tu oficina local de La Liga de la Leche o asiste a una clase sobre cómo amamantar en algún momento del tercer trimestre (la mayoría de los hospitales las ofrecen). Cuanto más sepas sobre cómo empezar y sobre los beneficios de dar de mamar, mejor lo harás. Tanto si piensas en ello como si no, tu cuerpo de embarazada ya se está preparando para amamantar. Ese es uno de los motivos por los que tus senos se ponen tan grandes durante el embarazo: los conductos lácteos y las células productoras de leche empiezan a desarrollarse y los senos reciben más sangre que antes. (Más información sobre (cómo producen leche tus senos.) Pero el tamaño de los senos no tiene nada que ver con tu capacidad para amamantar con éxito; incluso si tienes los senos pequeños lo más probable es que puedas alimentar a tu bebé normalmente.


¿Tengo que endurecer mis pezones?

"No", dice Kathleen Huggins, autora de The Nursing Mother's Companion (El manual de la madre lactante) y asesora de BabyCenter. Los cambios hormonales que el embarazo produce en los senos son suficiente preparación para la mayoría de las mujeres. No frotes ni restriegues tus pezones porque eso sólo hará que te duelan y dificultará el amamantamiento. Es más eficaz que le enseñes a tu bebé desde el principio la forma correcta de agarrarse al pecho; así evitarás que los pezones te duelan.



¿Qué tengo que comprar?



Realmente no necesitas gran cosa para dar de mamar a tu bebé, pero quizás sea bueno que adquieras unos cuantos brasieres para la lactancia. Éstos proporcionan un soporte añadido a tus senos, que ahora son más grandes de lo habitual. Suelen venir con copas que pueden bajarse con facilidad a la hora de amamantar. Habla con una vendedora que los conozca bien para que te aconseje los más adecuados para ti cuando entres en las dos últimas semanas de embarazo. (También puedes esperar hasta dar a luz, pero piensa que los primeros días después del parto quizás no puedas salir de tu casa para comprarlos). Además de esto, hay madres que encuentran útil llevar camisetas o camisas de lactancia cuando salen a la calle con el bebé.



Estas prendas vienen con una especie de solapa o cubierta muy útil para poder amamantar fácilmente y con discreción.
También necesitarás una cierta cantidad de almohadillas para el brasier, que absorben la leche que gotea de tus senos al comienzo de la lactancia. El llanto de otro bebé o la visión de un pequeño pueden ser suficientes para estimular el flujo de leche cuando menos te lo esperas. Puedes comprar almohadillas desechables de antemano. Y si ves que las usas mucho, siempre puedes pasarte a almohadillas lavables, las cuales, a la larga, pueden resultar más cómodas y baratas.


Datos optenidos de: http://www.babycenter.com.mx/

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